Doble crimen, el abogado de la empleada afirma que le tiene miedo a los muertos y pidió su libertad

Primero en cronica.com.ar Hugo López Carribero defensor de María Ninfa Aquino presentó un recurso de habeas corpus al considerar su detención como «ilegítima y arbitraria» ante Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro. Ella llora todo el día, según el letrado. La Justicia tiene 48 horas para resolver. 

«Pedí la libertad inmediata porque la acusación carece de elementos solidos y jurídicos para que la detención se prolongue en el tiempo, no hay ningún tipo de sospecha lógica en el marco de la investigación que la vincule con en el hecho», dice a cronica.com.ar Hugo López Carribero abogado de la empleada doméstica acusada de ser la entregadora del doble crimen del matrimonio para el que trabajaba .

El abogado presentó  un recurso de habeas corpus al considerar su detención como «ilegítima y arbitraria» ante Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro.

«La Cámara tiene un máximo de 48 horas para resolver», afirma el defensor de María Ninfa Aquino (64), quien hacía 12 años trabajaba en la casa del abogado José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72). Fue ella misma quien los  encontró asesinados dentro del auto en el garaje de su casa en Vicente Lopéz.

«Ella está desplamada en un calabozo oscuro y húmedo. No para de llorar», afirma el defensor.

«En lugar de investigar para meter presa a una persona, primero se la metió presa para después investigarla. La ampliación de indagatoria que solicité para que ella pueda responder todas las preguntas y manifestar su inocencia,  me la querían dar para el viernes de la semana que viene. Por eso me quedé toda la noche armando el pedido por la detención arbitraría que presenté en la Cámara. Era mucho tiempo y se trata de una persona inocente», afirma el abogado.

Aquino fue detenida el viernes pasado acusada de ser partícipe necesaria del doble crimen de Del Río y Alonso. Los cuerpos fueron hallados el jueves de la semana pasada en la casona de la calle Melo al 1100. Según los investigadores fue imputada tras una serie de contradicciones y actitudes extrañas que mencionó en su relato sobre el día del hallazgo.

En su declaración a los fiscales,  la imputada dijo: «Agarré la llave de cinta verde que está colgada en la pared y abrí la puerta. Ahí los vi. Estaban las dos puertas de atrás abiertas y los señores estaban sentados adentro del auto muertos. Cuando vi eso salí corriendo. Volví a cerrar la puerta, la cerré con llave por miedo”.

“Le tengo mucho miedo a los muertos. Subí la escalera corriendo, quería salir de la casa, estaba muy asustada. Ahí me tropecé con la alfombra que está en el living y ahí saltó una vaina”, agregó.

López Carribero está exigiendo su «consecuente e inmediata libertad», al considerar que su detención, ordenada por Juzgado de Garantías 1.

«La aprehensión dispuesta por el Ministerio Público Fiscal, como así también en el requerimiento fiscal y posterior orden de detención emitida por el Juez de Grado, se ha violentado flagrantemente la legalidad y los límites estipulados por nuestro Estado de derecho», sostiene López Carribero en el escrito, al que tuvo acceso Cronica.com.ar.

«Este hecho desnuda la falta de conducencia a la buscada excepcionalidad impuesta contra dicha libertad, estimulando la violación a la necesidad, proporcionalidad de la medida, en tanto no hay motivos ni indicios vehementes de riesgos procesales concretos, tan solo una virtual presunción que conlleva a la realización de un análisis apodíctico de la existencia de peligro de fuga y de entorpecimiento probatorio», afirma el abogado.

Consideró que su detención opera como «una pena previa al juicio», situación que «atenta directamente contra los principios de culpabilidad e inocencia».

Para López Carribero «no existen elementos suficientes ni indicios vehementes para establecer o sostener la participación criminal» de su defendida y reiteró que «no existieron contradicciones».

 López Carribero sostiene que Aquino «se encontraba en un estado de shock emocional» al tratarse de «una mujer mayor que acababa de encontrar muertos a sus patrones, con quienes la unía un vínculo laboral desde hace más de 12 años».

Otra crítica de la defensa es que la investigación no logró determinar cantidad de personas ni el género del grupo que entró a la casa, pero sí que se trató de un “plan pre acordado”, con “división de roles”.

Para el abogado no hay elementos que permitan arribar a esa conclusión.

Para los investigadores, los homicidas de Del Río y de Alonso robaron unos 10.000 dólares, 1.500.000 de pesos, 50 lingotes de oro de 10 gramos y diamantes.

Antes de escapar se llevaron el disco rígido con las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa.

Entradas relacionadas